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Colores Luces de teatro

Juanchy Morales: “Hacer teatro es el arte jugar”

El director confiesa que es "un completo soñador” por sobre todo lo demás y que sin el empuje que tiene jamás hubiese podido llegar a donde está hoy.

Juan Javier Morales, mejor conocido como Juanchy Morales, es actor, dramaturgo y  director del grupo de teatro independiente Moralejas. En él, representa historias en teatros como el Ángel Alonso en el municipio de Pilar. Su objetivo es transmitir, por medio de sus obras, las vivencias de la vida cotidiana para así lograr dejar una moraleja al público. 

Juan Javier Morales fundó el Grupo Teatral Moralejas en agosto de 2021. Crédito: Belén Iraola

 

Su pasión por el teatro fue lo que lo llevó hace ya tres años a fundar su propio grupo de teatro vocacional. "Padre de familia, director, actor, dramaturgo y enamorado de la vida, pero detrás de todo eso, un completo soñador”, así se describe Juanchy. 

Dio sus primeros pasos como director en el teatro Lope de Vega cuando presentó su primera obra infantil, La princesa pelada, en noviembre del 2019. También escribió y dirigió otras obras como El príncipe, el rey y la mano en Parque Pilar en febrero del 2021, entre muchas otras. Comenta que actualmente está trabajando en un proyecto teatral que se dará a conocer pronto. 

¿Cuándo y cómo nació el Grupo Teatral Moralejas?

El grupo Moralejas (@grupoteatralmoralejas) nació hace tres años, precisamente el 4 de agosto del 2020. La idea nació de las ganas de hacer teatro, tenía ganas de presentar algo nuevo. Hay varios grupos de teatro que vienen haciendo obras desde hace muchísimos años, inspiradas en las obras de Shakespeare, por ejemplo. Nosotros, en cambio, traemos una propuesta nueva para divertirnos, primero nosotros, y después transmitírselo a la gente. El grupo funciona de una manera muy linda, lo conforman distintos grupos, actores que fui conociendo a lo largo de la vida. Un día, con la propuesta de un guion, empezamos con infantiles. 

¿Cuál fue la primera obra que escribiste?

La primera obra que escribí se llama “La princesa pelada”. Habla de una nena que tiene cáncer, pero tiene un doble sentido. Los chicos ven el lado más fantasioso, a los piratas y a una bruja que le roba el pelo, pero los adultos comprenden realmente el trasfondo de la historia. Es todo metafórico. Los chicos la interpretan de una forma y los grandes de otra, está pensada para que esto suceda. Es una gran obra con tres actores, complicada de realizar con tan pocos. La definiría como ambiciosa. 

La última presentación del grupo teatral Moralejas se dio en el Centro Cultural Cosmopolita en la localidad de Capilla del Señor. Crédito: B.I. 

 

En un país como Argentina, ¿se puede vivir del teatro?

Vivir al 100% de esto es complicado, a pesar de que nos paga la función el municipio. Nosotros hacemos una función en julio, por ejemplo, y después tenemos que esperar tres meses para cobrar y lo que recibimos se reparte entre todos. Al tener yo las autoridades de varias obras, el porcentaje que en otros casos iría dirigido al autor vuelve a mí. Así, la plata que deposité en un principio para realizar la obra, la recupero. Vuelve, pero una parte me la saca Argentores. Esta última es la Sociedad General de Autores de la Argentina, una Asociación Civil profesional. Igualmente, recién estoy arrancando con esto, pero puedo asegurar que no me falta nada. Si te gusta el rubro, después vas agarrando diferentes laburitos que te van formando y dando renombre para poder llegar a vivir del teatro. 

 

Infografía: B.I.

 

¿Alguna vez imaginaste que ibas a terminar trabajando como director de teatro?

Si, aunque en un principio no lo hacía. De alguna forma, lo incorporé a mi vida inconscientemente como mi laburo. Al principio, cuando me iba de casa al teatro le decía a mis hijos que me iba a ensayar, hasta que un día uno de ellos me pregunta: “Papá, ¿te vas al trabajo?”. Ahí fue cuando entendí todo y le contesté que sí. Los hijos son nuestros grandes maestros. Que ellos lo hayan percibido de esta manera me cambió el panorama, de esto se trata, ¿no? Se arranca con un sueño y depende del empuje que uno le ponga se realiza o no, pero puedo asegurar que cuando uno pone lo mejor de sí en lo que realmente desea, se vuelve realidad. Para mí hacer teatro no es un trabajo, sino un arte, el arte de jugar.

¿Creés que el teatro tradicional está en riesgo a causa de la aparición de nuevas plataformas?

Considero que en Argentina nunca hubo una cultura del teatro muy fuerte. La gente a veces prefiere pagar mucha más plata para ir al cine y no al teatro, aunque la entrada sea gratuita. Hace poco abrió el Grand Pilar y leí un comentario que decía: “¡Qué bueno que haya un teatro en Pilar!”. La verdad es que nosotros venimos haciendo teatro en Pilar hace mucho tiempo y sentimos la falta de cariño de la gente hacia el teatro. No hay una cultura de teatro establecida, ojalá algún día se dé. Nuestra idea es hacer el empuje de la mano de todos los elencos de Pilar para que esto suceda, aunque es complicado juntar a todos los elencos y que todos quieran ir para el mismo lado. Nosotros de nuestra parte siempre vamos a dar lo mejor. 

"La última obra que estrenamos, Y…hasta en las mejores familias, la termine de escribir en 14 días y después empezamos a trabajar en cada uno de los personajes”. Crédito: B.I.

¿Tenés algún director referente?

Titi Villar era un gran referente en Pilar. Mis grandes referentes de Pilar son los directores Martín Simeone, Fabricio Villagre, Guillermo Romani. Muchos alumnos de Guillermo son los que están siguiendo el legado de Titi, que falleció hace algunos años. Martín Simeone heredó la comedia de Pilar, el lugar que dirigía Titi y es quien sigue su legado actualmente. 

“Titi Villar era un gran referente en Pilar”.

Por último, ¿tenés algún nuevo proyecto pensado para el futuro?

Sí, estoy trabajando en una obra. La estrenamos en octubre y se llama “¿No es un poco tarde para la merienda?”. Trata sobre 5 amigos del colegio que se reencuentran después de 40 años y surgen amores ocultos, entre muchas otras cosas, pero predomina sobre todo el amor. Es una comedia muy emotiva. En cierta manera, lo que queremos transmitir es que nunca es tarde para nada en la vida.

Por: Belén Iraola

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